Tras volverme adicta a los libros de los hermanos Malpica,
llegó a mi manos un libro más de Toño Malpica. En realidad la portada no me
llamaba la atención pero sabía que tendría una buena aventura.
Todo comienza cuando un chico travieso de
secundaria al cual le decían “ Gugu”
( su verdadero nombre era Gumaro Gutiérrez) se le ocurre ponerse a bailar al
ritmo del la melodía de un celular a mitad de la clase de Física; como
consecuencia, es llamado por el director ( una persona seria y por supuesto un
gran director) a la dirección, el “dire” le pregunta a “ Gugu” sobre cuales eran los intereses en su vida, “Gugu” tenia la mente en blanco y no se
le ocurría nada por que tampoco podía decir que su Xbox, pues seria como una
falta de respeto, así que respondió que los fantasmas.
Basándose en esa respuesta, el “dire” decide que “Gugu” tendrá que realizar una investigación científica que compruebe la existencia de los fantasmas, junto con su compañera “Cordelia” ( la más inteligente de su salón).
Basándose en esa respuesta, el “dire” decide que “Gugu” tendrá que realizar una investigación científica que compruebe la existencia de los fantasmas, junto con su compañera “Cordelia” ( la más inteligente de su salón).
El premio por realizar la investigación, será su
derecho a reinscribirse. Pero resulta que “Gugu”
tiene otra opción y es investigar por que el maestro de Física les llama a todos
sus alumnos “ panquecitos remojados”.
En todo el libro vamos siguiendo las aventuras de “Gugu” para poder comprobar la existencia
de los fantasmas, pasando por la pereza de él, para hacer el trabajo, como
también el hecho de convivir con Cordelia
con quien aparentemente no tenia nada en común , así como el proceso del
enamoramiento que tiene “Gugu” con su
compañera “ Marisa”, y todas las aventuras que la mayoría de los niños de secundaria
les toca vivir.
Malpica narra de una manera sensacional la historia
de éste chico de secundaria, haciéndonos ver y entender los procesos por los
que todos hemos pasado y por los que pasan los jóvenes de secu.
Me impresiono mucho los puntos que toca Malpica en
su libro, uno de ellos es la matanza de Tlatelolco de 1968 y como la
relaciona y nos enseña que no debemos de
ser unos “panquecitos remojados”, si no debemos de ser como el hierro ¡debemos
de ser fuertes!.
Y no puedo negar que durante la investigación sufrí
del suspenso sobre cada lugar al que iban a investigar los fantasmas. ¡Esos
fantasmas si espantan!
Mi frase del libro:
- El valor es importante. Sin él, no se consigue lo
que marca la diferencia- dicho por el Director.
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